viernes, 27 de mayo de 2011

QUEDATE CONMIGO


                   QUEDATE CONMIGO

Una canción puede poseer cualidades terapéuticas, puede hacernos compañía, alegrarnos, invitarnos reflexionar, pero también es capaz de transformar ciertas realidades cuando se la toma como un emblema de nobles iniciativas.
Una de estas canciones es ‘Stand By Me’, compuesta por el cantante Ben E. King junto a Jerry Leiber y Mike Stoller, dos compositores responsables de al menos una treintena de temas imbatibles. Parece que King extrajo el embrión del tema de una canción con raíces gospel que interpretaba el grupo Staple Sisters a mediados de los 50, para luego desarrollarla con Leiber y Stoller. ‘Stand By Me’ estaba destinada a ser grabada por The Drifters, agrupación producida por Leiber y Stoller e integrada por el propio King, pero finalmente el tema fue registrado por Ben E. King como solista en su disco debut “Spanish Harlem” (1961).
Como esas composiciones que se transforman en clásico con el transcurrir de los años, ‘Stand By Me’ tomó dominio público y pasó a ser de la gente. El tema comenzó a ser interpretado por una amplia gama de artistas: Marvin Gaye, Otis Redding, Elvis Presley, John Lennon en su “Rock and Roll” (1974), Jimi Hendrix, Sting, U2 junto a Bruce Springsteen, Led Zeppelín, Seal y hasta Muhammad Alí la grabó en 1964. En la Argentina fue versionada en vivo por Sumo (¡impagable la performance de Prodan!) y también por Andrés Calamaro. Es más: de la web se puede descargar un archivo con ¡175 versiones del tema!
Como muchas de estas canciones, ‘Stand By Me’ comenzó a ser cantada por cientos de esos músicos desconocidos en todo el mundo que día a día muestran su arte en pequeños sitios, en la calle o en lugares públicos, en consecuencia, a esta pequeña (gran) canción le esperaba un destino diferente.

El germen
Mark Johnson es un renombrado productor que tuvo su primer éxito con “Rain Man” (1988), aquel film dirigido por Bary Levinson, protagonizado por Tom Cruise y Dustin Hoffman. Luego de producir varias películas, Jonson se estableció en Los Ángeles y comenzó a trabajar no sólo en el cine sino también en la música. Hace cuatro años Johnson presenció un acontecimiento que se tronó en una revelación. Había tomado el tren para ir a trabajar al estudio, cuando en la estación vio a dos monjes pintados de blanco de la cabeza a los pies, uno tocando la guitarra y el otro cantando una música que nunca había escuchado antes. Johnson notó que había alrededor de 200 personas paradas escuchándolos, todo el mundo estaba llorando, sonriendo, aplaudiendo. Una semillita quedó plantada en el corazón del productor, sentía que la verdadera música estaba ahí y no en el estudio de grabación que lo aguardaba para iniciar su tarea. Tiempo después, con el germen de esa idea metido en su cabeza, Johnson se encontró con Roger Ridley, un blusero oriundo de Lumpkin, Georgia,  cantando ‘Stand By Me’ en una calle de Santa Mónica, California. “Me acerqué y le pregunté si podía volver con un equipo de sonido y grabarle - recuerda el productor - Pensó que estaba mal de la cabeza, pero accedió.”
Fue en ese momento que nació ‘Playing For Change’, un movimiento creado para generar conciencia y cambiar algunas realidades por medio de la música. La carta de presentación de esta iniciativa sería ‘Stand By Me’ interpretada por diferentes músicos en diversos sitios del mundo.
“Fuimos a Nueva Orleáns después del huracán Katrina – cuenta Johnson - Con la ciudad arrasada y los muertos todavía en la memoria, la música no dejó nunca de sonar. Allí conocí a Grandpa Elliot, que lleva más de 60 años tocando en la calle.” Elliot compartirá con Elliot el protagonismo en ‘Stand By Me’: es un músico que recorrió las calles de New York en la década del 60 y que en la actualidad recorría el barrio francés de New Orleáns.
Johnson compiló a diferentes músicos tocando ‘Stand By Me’ y realizó una bella edición que comienza con la voz Roger Ridley, en Santa Mónica; continúa con la de Granpa Elliot en Nueva Orleáns; Clarence Bekker (vocalista) en Ámsterdam; la percusión del Twin Tagle Drum Group en Zuni (Nueva México); la pandereta de François Viguié, en Toulouse; el cavaquinho de César Pope en Río de Janeiro; el cello de Dimitri Dolganov en Moscú; la guitarra de Roberto Luti en Nueva Orleáns; el dúo Geraldo & Dionisio en Caracas; la batería de Junior Mbouta en el Congo; el contrabajo de Pokei Klaas en Guguletu (Sudáfrica); la percusión de Django Dejen en Barcelona; las voces de Sinamuva en Umlazi (Sudáfrica); vuela también a Pisa, con Stefano Tomaselli en el saxo; y finalmente entra la celestial garganta de Vusi Mahlasela en Mamelodi (Sudáfrica).
Solo viendo el video del tema, disponible en la web, tendrán una representación fiel de la obra de arte de interpretación y edición que lograron los artistas y Mark Johnson con esta visión de ‘Stand By Me’.

La letra
La grabación de Playing For Change tiene dos líneas agregadas que parecen ser autoría de Ridley: “No importa quien eres, no importa dónde vayas en tu vida… en algún momento necesitarás a alguien al lado tuyo…
No importa el dinero que tengas, no importa los amigos que tengas… en algún momento necesitarás a alguien al lado tuyo…”
Para luego sí, desarrollar la letra original: “Cuando la noche ha llegado y la tierra está oscura y la luna es la única luz que vemos / No, yo no tendré miedo, no, yo no tendré miedo / Mientras tu estés, estés conmigo y cariño, cariño, quédate conmigo…
Si el cielo que vemos arriba se derrumbara y cayera / O la montaña se desmoronase hacia el mar/ No, yo no tendré miedo, no, yo no tendré miedo/ Mientras tu estés, estés conmigo y cariño, quédate conmigo…”

Las obras
Mark Johnson se armó de un equipo de grabación y filmación portátil que no le envidia nada a cualquier estudio y comenzó a grabar artistas, en su mayoría desconocidos, a largo y ancho del globo terráqueo.
“El objetivo inicial era encontrar el modo de juntar e inspirar a todo el mundo – dice Johnson acerca de Playing For Change - Lo cierto es que en un mundo con tanta violencia y división, me di cuenta de que la música es lo único capaz de unirnos. Pero el problema llegó a la hora de hacer realidad esa idea, llevarla a la práctica. Nos pusimos a recorrer las calles de Los Ángeles, pero lejos de quedarnos en las cuatro paredes estadounidenses nos trasladamos al Himalaya, reservas indias, pueblos africanos, el metro (por supuesto)... y decidimos juntar a toda esta gente, enormes músicos, y ponerlos a tocar en estudios ambulantes de grabación. Así fue como empezamos a grabar canciones alrededor del mundo y con gente venida de diferentes partes del planeta.”
En octubre de 2009 salió a la venta el dvd y el cd de “Playing For Change, Songs Around The World” que abre inevitablemente con ‘Stand By Me’ y que contiene clásicos como ‘One Love’, ‘War/No More Trouble’ (Bob Marley); ‘Talking About A Revolution’ (Tracy Chapman); ‘Biko’ (Peter Gabriel) y ‘A Change Is Gonna Come’ (Sam Cooke).
El disco entero está imbuido con el espíritu inicial del proyecto, con diferentes músicos mezclándose en las canciones, que han sido seleccionadas cuidadosamente por su mensaje y su energía.
Así nace una fundación que a través de la venta del material registrado, facilita el aprendizaje de futuros músicos, la grabación de sus canciones y promueve conciertos a beneficio con el fin de construir escuelas de música y de arte en las comunidades más necesitadas (el año pasado se abrieron cuatro en Mali, Sudáfrica, Ghana y Nepal).
Una canción con más de cincuenta años de antigüedad y un hombre que quiere conectarnos a través de la música lograron que el mundo sea un poquito mejor para los que lo transitamos día a día y eso no es poca cosa.










domingo, 22 de mayo de 2011

MAGOS Y POETAS

                      MAGOS Y POETAS

Sí, ya sé que no hay tiempo: el trabajo, los trámites, las deudas pendientes, las corridas, esas cosas por hacer que habitualmente conspiran contra nuestra salud mental. Todos quisiéramos tener un rato más para dedicarlo a los que nos hacen bien: alguien se dedicará al jardín, otros al deporte, están los que salen a caminar, los que pintan, escriben o hacen música, o un poco de cada cosa, no sé. Lo importante es tener un rato todos los días para hacer lo que nos apasiona.
También sé que a los que nos gusta la música hay mucho, pero mucho, por escuchar. Ahora vengo yo dispuesto a mostrarles y recomendarles un disco (¡otro más!) de un artista que vale la pena conocer. Les aseguro que tiene que ver con esto de la paz mental, les tomará menos de una hora para recorrer “Magos y poetas” (2009), un bello disco de Enrique Cacho Aiello, músico cordobés que supo ser ladero de Piero por un tiempo, amén de desempeñar la tarea de productor, compositor y músico de sesión de otros artistas cordobeses.

Antecedentes
Cacho Aiello integró varias bandas de adolescente: Universo, M.Mouse y ZigZag. En ellas encontró un gran socio: el bajista Sergio Aranda, con quién compuso canciones con toques funk y jazz. Promediando los 80’s formó Ramíres, agrupación que contaba con Aranda en teclados y dos músicos cordobeses que lo acompañan hasta nuestros días: el bajista Gustavo Nazar y el baterista Hugo Ordanini. Lanzaron “Ramíres” (1991) y luego “Girando al revés” (1994), grabado en Los Ángeles, con la participación de Pedro Aznar y músicos del lugar: Abraham Laboriell en bajo, Dean Parks y Michael Thompson en guitarras, Vinnie Colaiuta en batería. Continuó desempeñándose como músico y arreglador de figuras como Manuel Wirtz, Julia Zenko, Valeria Linch y Piero, mientras desarrollaba la labor de productor.
En plan solista tiene dos discos que le anteceden. Debutó con “Mondo paparazzi” (1999), en el que mostraba su influencia pop y beatlescas (escuchar ‘No me despiertes’ y ‘Gisel en el jardín’, con genes de Páez y los de Liverpool).
Muestra un importante crecimiento con  “El show de la evolución” (2004), álbum que comienza con ‘Revolver’, gran tema que al decir del autor tiene cierta relación conceptual con ‘Abre’ de Páez. Hay ironía y humor fino en ‘El show de la evolución’ y ‘Equivocasong’; introspección en ‘Botellas’; y un tributo a los Beatles en ‘Beatle George’: “La hice después del fallecimiento de Harrison – cuenta Aiello - Él fue el beatle que nunca le gustó el éxito y aunque era un genio fue opacado por los dos monstruos de John y Paul. Terminó siendo jardinero, por eso ideé como un jardín luminoso en el cielo. Pasó que mi estudio no necesita de aislamiento sonoro, ya que es un barrio demasiado tranquilo y silencioso. Cuando estaba grabando el tema siento en los auriculares al fondo un coro de pájaros y se me ocurrió captarlos, porque después de todo había que recrear un jardín.” En “El show de la evolución” Aiello también le canta a los inmigrantes en ‘Paradisoamericano’, con Piero; y a los sueños y utopías en ‘Carnaval (Hoy tengo un sueño)’ en torno a la frase de Martin Luther King: “I Have A Dream”.

Magos y poetas
Llegamos al disco que les quiero recomendar. Aquí Aiello le abre la puerta al tango y al folklore, músicas que no le son ajenas. En su Villa María natal creció escuchando Almendra y Los Beatles, bajo la mirada de su padre, un puntano cantante de tangos y boleros que había armado una orquesta en Córdoba (el folklore aparecería después, de la mano de las endiabladas texturas armónicas del Cuchi Leguizamón).
Y ya desde el inicio, con ‘Zamba amanecida’, de su autoría, Cacho Aiello  nos revela su sensible pluma al son de una zamba en tiempo de chacarera. Pero es en ‘Litoral’ donde explica su intención y reconoce que el paisaje de Penny Lanne se le mezcla con el de Atahualpa Yupanqui: “Yo no soy del litoral, no crecí bailando chacareras / ni en el valle bagualeao ni a los cerros les conté mis penas / y el cantor decía de los barcos (de mi voz), magos y poetas somos los argentinos / yo no soy del litoral pero tengo algo que contarte…”. (Es cautivante escuchar el final del tema a ritmo de chacarera con los acordes de una canción de los Beatles)
“Es imposible pensarme sin ellos –dice acerca de su influencia - Tengo el retrato de Lennon en el estudio y, ante la mínima duda, lo consulto. Es un concepto estético que me parece, al día de hoy, insuperable.”
La elección de ‘Viejo corazón’, de Polo Jiménez tiene su explicación no sólo por la belleza insondable de este bailecito, sino también porque Jiménez creció en Córdoba desde los dos años; pasa algo similar con ‘Doña Ubenza’, de Chacho Echenique, integrante del mítico Dúo Salteño y discípulo del Cuchi Leguizamón, héroe del compositor cordobés.
En cuanto al tango, Aiello aborda en formato de balada a ‘Como dos extraños’, mítica composición de Laurenz y Contursi escrita en 1940 (que todavía posee una certera vigencia), además de interpretar ‘Nieblas del Riachuelo’, de Cobián y Cadícamo y ‘Soledad’, el tango-canción de Gardel y Le Pera. “Me enamoré de esta canción a través de una versión que le escuché a Horacio Molina, que es un puente inevitable para los que venimos del rock, igual que el Chango Farías Gómez – dice Enrique acerca de ‘Soledad’ - Tuve la suerte de laburar en algunas grabaciones con él, y es increíble las armonías que toca. Y ése viene bien del folklore, ¿eh? No es que está transportando acordes del jazz al folklore, algo que no quería hacer: no me va tocar ‘Zamba del Laurel’ como un standard de jazz.”
En ‘Cuando yo me transforme’, el bello tema con música de Juan Carlos Ingaramo y letra de Litto Nebbia, Aiello encuentra la manera de homenajear a Ingaramo, otro gran músico y productor cordobés que inició su viaje musical con Los Músicos del Centro.
En cuanto a las composiciones propias, aparte de la ya citada ‘Litoral’, es diga de mención ‘Amor ausente’, con su resignada melancolía: “Aún siento tu caminar, veo tu sombra en las paredes, siento tu voz tan lejana, siento tu amor ausente / Aún siento tu caminar, veo tu sombra en las paredes, siento tu voz tan lejana, siento tu amor ausente…” Esta canción ha sido versionada por Facundo Toro y Abel Pintos en una lograda mixtura de zamba y baguala; Aiello en cambio prefirió para su tema algo más sutil, casi etéreo, para evocar ese amor ausente que a esta altura no sabe si existió o fue simplemente un sueño.
‘Casa iluminada’ cierra el álbum con una introspección evocativa: “Ay mi casa iluminada donde batallan duro la mente y el alma… y todo se detiene alrededor / Que buscamos hoy amor, que buscamos más que volver a casa…”
“Magos y poetas” es un tributo a grandes compositores que fue mutando y madurando a lo largo de tres años. Ente dudas y elucubraciones, el disco pasó por varios estados, pero finalmente recaló en un cristalino manantial donde Enrique Cacho Aiello refleja lo mejor de la música y la poesía de nuestra Argentina con una contundente combinación: técnica, afinación  y corazón.

sábado, 14 de mayo de 2011

BOCANADA

                           BOCANADA

Finalizaba el milenio cuando Gustavo Cerati se aprestaba a lanzarse a las arenas como solista. Estaba por cumplir sus 40 cuando todavía sonaban las gracias totales de los conciertos despedidas de Soda Stereo en River.
Técnicamente no era su debut en solitario, “Amor amarillo” (1993) fue el primero, pero había sido grabado en paralelo a su actividad con Soda. Esta vez era él sólo. Había estado trabajando con Ocio y Plan V, dos agrupaciones instrumentales vinculadas al ambient y a la electrónica, pero su razón de ser, sus canciones, aguardaban ser escuchadas. Ya sin la vorágine grupal, Cerati se mudó a una casa con fondo bien grande y al lado de la pileta construyó ‘Submarino’, el estudio donde grabaría las canciones de su futuro disco.
“Era un deseo que tenía desde hace mucho tiempo – contaba en esos días – Me hice un estudio en mi casa sabiendo que la comodidad de poder hacerlo ahí significaba no tener que cortar mi vida entre la familia y la música.”
Comenzó a trabajar con Flavio Etcheto (Ocio), luego con Leo García y finalmente se unieron el bajista Fernando Nalé y el baterista Martín Carrizo. Poco a poco fueron dando forma a “Bocanada” (1999): un espectro de canciones que se construyeron desde la guitarra; o elaboradas a partir de pedazos de músicas ‘sampleadas’, no con intención de realizar remixes, sino con el formato canción como destino final. Todo esto condimentado con cierto espíritu setentista, bien explicado por el propio compositor: “Hay como una relación con la música de los 70 sin que sea retro. Fue cuando empecé a escuchar música de verdad. Rock progresivo, rock sinfónico, Marc Bolan y Roxy Music. Entonces elegíamos los discos por los buenos que eran y los músicos competían por hacer mejores álbumes, no por vender más. Luego la industria metió sus patas y ahora no se escuchan discos enteros y se habla de singles y cortes”.
Cerati compuso, grabó y produjo “Bocanada” en el término de cuatro meses. No estaba interesado en hacer un disco de rock, ya había demostrado que venía de ese género. Estaba harto de los fundamentalistas del rock que no se movían de ciertas estructuras ya anquilosadas. “Digamos que Bocanada explica la separación de Soda; y creo que le va a interesar a la gente que está un poco harta de lo que ocurre alrededor – explicaba Cerati - Puse mucha música en este disco, aunque no es una honestidad brutal ni nada de eso. Tenía muchos más temas, pero había cosas que ya las había dicho antes y tampoco era necesario ese derroche de energía.”

Vuelta por el universo
Entonces para hoy el ejercicio será escuchar se principio a fin  “Bocanada”. No será una tarea difícil, al contrario, será muy placentero adentrarse en un mapa de ritmos, géneros y sobre todo, de canciones.
Comienza con ‘Tabú’, dueña de una rítmica intrincada y poderosa. La voz de Cerati, diáfana, cristalina, cruzando selvas y trepando montañas para alcanzar lo más preciado. Las guitarras y los samplers hacen el resto…
Al momento acústico de ‘Engaña’ le sucede ‘Bocanada’, una especie de bolero en plan trip hop con atmósfera densa no sólo por el humo: “Cuando no hay más nada que decirnos habla el humo, nada el humo y reina en espiral…” cantaba Cerati, fumador empedernido (más de cuarenta cigarrillos diarios desde los 18 años). El tema contiene fragmentos de ‘Eruption’ de Focus, banda holandesa que surcó los 70’s.
De la densidad de ‘Bocanada’ pasamos a la luminosidad de ‘Puente’, joya made in Cerati: “Aunque puede leerse como una canción de amor lo escribí pensando en la gente – explicaba Gustavo – Nunca lo había hecho, pero tiene que ver con la cantidad de personas que me preguntaban cuando iba a salir el disco, qué iba a hacer o si se volvía a juntar Soda Stereo. Son situaciones poderosas con las que convivo cotidianamente.”
Inspirada en un dibujo de su hijo, Benito, ‘Río Babel’ tiene que ver con el lado electrónico de Cerati y es cautivante ‘dejarse fluir sin un fin más que fluir’ bajo ese ritmo cansino y magnético.
Promediando el disco ‘Beautiful’ nos propone una paz relajada tanto en su música como en su letra y ‘Perdonar es divino’ nos dan coraje para aventurarnos con ‘Verbo carne’, de gran tensión dramática apuntalada por una orquesta sinfónica dirigida por Gavin Wright (conocido por su tarea en el primer disco de Massive Attack), que grabó en los míticos estudio Abbey Road. “Cantar sobre esa orquesta fue maravilloso – contaba emocionado – Creo que fue uno de los momentos más altos que viví como cantante. Hice seis tomas de voz sólo para relamerme, porque con la primera ya casi estaba. Y no es siempre así: a veces tardo mucho en hacer una buena voz porque estás tratando con emociones y si te vas un poco, si perdés concentración se nota, por lo menos yo lo noto y me persigue toda la vida.” (Cerati quedó tan encantado con la experiencia que grabó más tarde “11 Episodios sinfónicos”, 2002).
Le sucede ‘Raíz’ (con fragmentos de ‘Del aire al aire’, canción de los Jaivas, de su celebrada “Alturas de Machu Picchu”), que podría ser la segunda parte sofisticada de ‘Cuando pase el temblor’ y ahí está, coronada de teclados simulando sikus y quenas, la voz de Gustavo: “Qué otra cosa es un árbol más que libertad? / y si te abrazo es para sentir / que a nuestro amor nunca podrán sacarlo de raíz…” (El tema se iba a llamar ‘Yague’, en alusión a la ayahuasca, planta alucinógena con la que Cerati tuvo una experiencia.) A un pasaje instrumental en plan Ocio, le sucede ‘Paseo inmoral’, con letra de Francisco Bochatón, de pura seducción y música endiablada que nos prepara para pasar una noche muy larga: “un paseo inmoral, noche de longevidad…”.
Haciendo un paréntesis, hay que reconocer que Cerati es un compositor que puede trabajar sus letras como imágenes; construir frases que le suenen bien para determinado tema; o buscar una palabra en el “Diccionario artístico de Gustavo Cerati”, un proyecto que comenzó a sus 15 años, una suerte de libro de historia, acordes, música y raconto de todas las palabras que le gustaban de un enorme diccionario que había en su casa. “Una ridiculez – confesó Gustavo alguna vez – pero hay veces que necesito alguna idea o algún concepto de algo que tengo en mente y cuando divago por ese diccionario a lo mejor aparece lo que estoy buscando. No ocurre habitualmente, pero siempre está ahí cerca, a mano.”
¿Será casualidad que Cerati se haya inspirado en el Borges de ‘El jardín de los senderos que se bifurcan’ para componer la irresistible ‘Aquí y ahora’?, no lo sé, pero lo cierto que el cuento de Borges que habla de infinitas series de tiempos, en una red creciente y vertiginosa de tiempos divergentes, convergentes y paralelos, tiene que ver a lo que apunta Cerati: “En los tres primeros minutos se escribió la historia, precisamente todo está pasando, aquí y ahora…”.
Una coda instrumental da lugar a ‘Alma’, la última canción con letra del álbum (“Bocanada” cierra con ‘Balsa’, una música instrumental onda ambient que no suma ni resta nada). En cambio ‘Alma’, con la guitarra virtual tremolada y los sintetizadores dibujando ensoñaciones mientras Gustavo nos canta: “sugiero que nos quedemos atentos por las siglas de los siglos…” nos hace extrañar mucho, mucho, esa entrañable voz.
“Hola, siempre te encuentro…” son las últimas palabras pronunciadas por Gustavo Cerati en este disco.
Ha pasado un año de su accidente cerebro vascular. Un párrafo del último parte médico, desde la Clínica Alcla, dice que el paciente sigue con “asistencia respiratoria mecánica y manteniendo un plan de desvinculación progresiva del respirador. Continúa con su plan terapéutico habitual, trabajando en las diferentes áreas de rehabilitación”.
Su madre, Lilian Clark, declaró en Visión 7 que nota reacciones: “Yo le digo: ‘Gustavo, vino mamita’, y el me agarra fuerte la mano…”
Nosotros, mientras tanto, esperamos…